jueves, 30 de agosto de 2012

UN ROSAL EN EL CORAZON

Un día su madre la reprendió
porque atendía en la casa
a los pobres y a los enfermos,
Santa Rosa de Lima le contestó:
Cuando servimos a pobres y a enfermos,
estamos sirviendo a Jesús.
No debemos dejar de ayudar a nuestro prójimo,
porque en ellos servimos a Jesús".