La preocupación es inútil,
reza, espera y no te preocupes..
Dios es misericordioso
y escucha tu oración...
La oración es la mejor arma,
y la llave que abre el corazón de Dios..
Habla con Jesús, no sólo con tus labios
sino también con tu corazón..
No demos lugar al enemigo
para insinuarse en nuestro corazón
y robarnos la paz..
Piensa en todo momento,
que Dios ve y sabe todo,
que su Justicia es implacable
pero que su Misericordia
también es infinita....
San Pío de Pietrelcina