A Dios no hay que olvidarlo, porque sin EL, nada somos, nada podemos y nada tiene sentido.. Sólo debemos esperar, confiar y refugiarnos en su amor, y saber de que a su lado, nada ni nadie, puede vencernos ni hacernos daño alguno…
Cuando la sabiduría entre en tu corazón y la ciencia sea dulce para tu alma, velará sobre Ti la reflexión, y la prudencia te guardará apartándote del mal camino...