Alma mía, no seas hueca ni permitas
que se cierre el oído de tu corazón..
Las cosas tienen su aurora y su ocaso
y pasan dejando el lugar a otras..
Todo envejece y perece..
Encomienda a la verdad
cuanto de ella has recibido
y ten la seguridad de que nada perderás..
Antes bien, florecerá en Ti,
todo lo que está marchito
y sanarán todas tus dolencias...
San Agustín