Señor, Tú eres mi pastor,
nada me puede faltar..
En verdes praderas de hierba
me haces reposar,
me conduces a las fuentes
de agua cristalina
y reparas mis fuerzas..
Me guías por el recto camino,
haciendo honor a tu Nombre..
Aunque cruce oscuras quebradas,
ningún mal temeré
porque Tú estás conmigo..
Tú preparas un banquete
en frente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi copa rebosa..
Tu amor y tu bondad
me acompañan
a lo largo de mi vida,
y habitaré en tu casa,
por toda la eternidad...
Salmo 23