martes, 15 de mayo de 2012

NO HE NACIDO PARA EL SUELO



No he nacido para el suelo
que es morada del dolor;
he nacido para el cielo
he nacido para DIOS.
Mi corazón es demasiado grande
para que la dicha de este mundo
pueda satisfacerlo.
Mi pensamiento vuela a la eternidad.
Mi corazón está sosegado
como las aguas tranquilas
de un lago adormecido.
Tengo sed del agua de la vida eterna.
En la morada de los escogidos,
veré bellezas que jamás oido alguno escuchó;
gozaré de armonias que jamás corazón probó.
Sta. Teresita de Lisieux