miércoles, 29 de agosto de 2012

CORAZON INQUIETO


Grande eres, Señor,
y laudable sobre manera;
grande es tu poder,
y tu sabiduría no tiene número.
Y pretende alabarte el hombre,
pequeña parte de tu creación,
y precisamente el hombre,
que, revestido de su mortalidad,
lleva consigo el testimonio de su pecado
y el testimonio de que resistes a los soberbios.
Con todo, quiere alabarte el hombre,
pequeña parte de tu creación.
Tú mismo le excitas a ello,
haciendo que se deleite en alabarte,
porque nos has hecho para Ti
y nuestro corazón está inquieto
hasta que descansa en Ti.

San Agustín de Hipona