miércoles, 22 de agosto de 2012

ACORDAOS...


Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se oyó decir,
que ninguno de los que han acudido
a vuestra protección,
implorando vuestras asistencia
y reclamando vuestro socorro,
haya sido abandonado de Vos.
Animado con esta confianza,
a Vos también acudo,
oh Virgen María,
Madre de las Vírgenes
y gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a aparecer
ante vuestra presencia soberana.

Oh Madre de Dios
no despreciéis mis súplicas,
antes bien, escuchadlas
y acogedlas benignamente.

SAN BERNADO