Debemos sentirnos orgullosos de ser Católicos
y vivir en el corazón de la Iglesia,
con la seguridad y la confianza depositada y vivir en el corazón de la Iglesia,
en el Vicario de CRISTO,
fiel interprete de la Doctrina Cristiana
y la Voluntad de su Fundador,
Jesucristo, el Señor.