Cuando aceptamos la voluntad de DIOS,
un pequeño esfuerzo lleva muy lejos.
Cuando resistimos a DIOS y a su voluntad, ninguna modalidad ni calidad en el esfuerzo
puede producir buenos resultados.
Por el contrario la terquedad en resistir a DIOS,
a pesar de las claras indicaciones de su voluntad,
es señal de grave peligro espiritual
y consecuencias inciertas
Thomas Merton