Nuestros errores
son granos de arena
al lado de la
misericordia de Dios.
Ella es como un arroyo
desbordado que arrastra
los corazones cuando pasa.
Si pudieramos comprender
por un instante
lo que significa
la bella dignidad de ser
"Hijo de Dios",
jamás haríamos el mal...
San Juan María Vianney