Oh Madre Inmaculada...
Dios ha hecho en Ti, maravillas..
Tú estás asociada íntimamente
a toda la obra de nuestra redención
y a la cruz de nuestro Salvador..
Tu corazón fue traspasado junto a el suyo
y ahora en la Gloria de tu Hijo
no dejas de interceder por nosotros..
Tú consigues de Dios todas esas gracias
que simbolizan los rayos de luz
que irradian tus manos abiertas
con la sola condición de que nos atrevamos
a pedirlas con la confianza y la sencillez de un niño...
