Dar de comer a los hambrientos,
no es sólo dar alimentos perecederos,
sino también es dar la Palabra de Dios,
administrar los sacramentos,
enseñar a elevar una plegaria al cielo..
Dar de beber a los sedientos,
no es sólo dar agua fresca,
sino también es educar en la sabiduría de Dios,
en la verdad, en la justicia, en el amor..
Vestir a los desnudos, no es sólo dar ropa,
sino también es respetar la dignidad humana,
acoger al pobre en su pobreza,
es comprender, es proteger ,es amar..
Visitar a los enfermos,
no es sólo visitar a los enfermos físicamente,
sino también es visitar y consolar a aquellos
que están enfermos en la mente y en el espíritu..
Enterrar a los muertos,
no es sólo enterrar los cuerpos,
sino también es enterrar los malos hábitos,
los pecados, el egoísmo...
