UN BUEN DIA
Un buen día te hablé Señor,
y Tú inclinaste tu oído para oírme.
Un buen día te recé Señor,
y Tú me diste tu atención para escucharme.
Un buen día te sonreí Señor,
y Tú volteaste tu rostro para mirarme.
Un buen día te lloré Señor,
y Tú extendiste tu mano para consolarme.
Y desde ese día ya no estoy solo,
porque Tú estas siempre conmigo
como Padre, Maestro y Amigo,
puedo ver tu rostro en cada uno
de todos mis seres queridos,
hoy puedo hablar, rezar, cantar,
sabiendo que Tú estas a mi lado.
Hoy puedo reír y puedo llorar,
seguro de que en Ti puedo confiar
porque Tú me has escuchado y consolado.