viernes, 28 de septiembre de 2012

DULCE SEÑOR

Oh Dulce Señor,
tu bondad me dió la osadía
de dirigirte estas palabras..
Conversar contigo
es para mi corazón
una delicia..
En TI encuentro todo
cuanto me es posible buscar..
Ahí es donde tu Luz
ilumina mi inteligencia
y las gracias se derraman a raudales..
Ahí es donde el alma
llega a las fuentes de la vida eterna..
Y cuando llegue al final de mi vida,
con el último latido de mi corazón
quiero elevar un hermoso himno de amor
a tu Divina Misericordia...

Santa Faustina Kowalska