viernes, 27 de julio de 2012

NADA NOS PERTENECE


Así como el río devuelve al mar
todo el agua que la lluvia le ha traído,
así el hombre deberá retornar a Dios
todos los bienes que le ha confiado.
Nada en esta tierra nos pertenece,
todo lo que tenemos es prestado.
Bienes materiales y espirituales,
nuestros seres queridos y amigos,
y hasta nuestra propia existencia,
son un regalo maravillosos de Dios,
y así debemos cuidarlos.

Gustave Thibon