miércoles, 4 de julio de 2012

ADONDE HEMOS DE IR....


A quién he de pedir,
sino a Ti,
Corazón inagotable
de gracias y bendiciones.
A dónde he de buscar,
sino en los tesoros de tu Corazón,
fuente de la clemencia
y de la generosidad divina.
A dónde he de llamar
sino a la puerta
de ese Corazón Sagrado,
a través del cual
Dios viene a nosotros,
y por medio del cual
vamos a Dios’.
En Ti
encontramos consuelo,
cuando afligidos y perseguidos
pedimos protección;
cuando abrumados
por nuestra cruz,
buscamos ayuda;
cuando la angustia,
la enfermedad,
la pobreza o el fracaso
nos impulsan a buscar
una fuerza superior
a las fuerzas humanas.
Creo firmemente,
que tu corazón generoso
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones,
y en mis angustias,
motivos para oír

mis más caras peticiones.