Cuando nos ponemos
en las manos de DIOS
ni un solo cabello
se cae de nuestra cabeza
sin su conocimiento
y sin su permiso.
Ninguna cosa acontece
ni sucede en el mundo
sino es por voluntad
y por orden de DIOS.
DIOS cuida de nosotros,
en la medida en que nosotros
DIOS cuida de nosotros,
en la medida en que nosotros
arrojemos todas nuestras inquietudes
en el seno de su Amor Paternal.