viernes, 9 de diciembre de 2011

EN EL CAMINO


No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien.
Lo que eres, eso eres; y no puedes ser más grande de lo que Dios sabe que eres

Mucha paz tendríamos si en los dichos y hechos ajenos que no nos pertenecen,
no quisiéramos meternos. Cristo tuvo adversarios y murmuradores,
¿y tú quieres tener a todos por amigos y bienhechores?
Juzgar a los demás es un trabajo estéril

Del desordenado amor y vano temor nace
todo el desasosiego del corazón
y toda distracción de los sentidos.
No hay hombre en el mundo sin tribulación o angustia,
aunque sea rey o papa

Ten buena conciencia y tendrás siempre alegría.
Si alguna alegría hay en el mundo,
la tiene seguramente el hombre de corazón puro
No hay orden o religión tan santa ni lugar tan secreto
donde no haya tentaciones y adversidades

Si supieses toda la Biblia a la letra y los dichos de todos los filósofos,
¿qué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios?
Todas las cosas pasan y tú también con ellas.
Guárdate de pegarte a ellas porque no seas preso y perezcas
THOMAS KEMPIS