sábado, 27 de agosto de 2011

CORAZON INQUIETO


Se marchitó mi hermosura
y aparecí ante tus ojos como un ser ruín,
sólo atento a complacerme a mi mismo
y agradar a los demás...
Misero de Mi que te abandoné
por dejarme llevar del ímpetu de mi pasión,
Me excedi en todo,
más allá de lo que TU permites...
Y ahora quiere alabarte aquí un hombre,
que es parte de tu creación
y que al igual que todos,
lleva por doquiera siempre consigo
su mortalidad y el testimonio de su pecado,
prueba de que TU resistes
siempre a la soberbia humana...
Sin embargo, a pesar de esta miseria,
este hombre te quiere alabar,
ya que TU me impulsas a ello haciendo
que encuentre en tu alabanza mi gozo,
porque nos creaste, SEÑOR,
para TI y nuestro corazón
estará inquieto hasta que descanse en TI
San Agustin