lunes, 7 de junio de 2010

MEDITACION XXXV(La Muerte)

Oh muerte que amargo es tu recuerdo
para el hombre que vive en paz entre sus bienes
y para aquel que todavía puede gozar de los placeres.

Oh muerte que buena es tu existencia para el hombre
necesitado y carente ya de fuerzas
para el viejo acabado y ahito de cuidados...
pero no debes temer a la muerte
solo recuerda tu comienzo y tu fin
Eclesiástico 4.I